En la ida el Valencia aplastó al conjunto italiano por 5-2 con tres goles de Gerard, chandal del liverpool uno de Angulo y otro de Claudio López. Las semifinales se jugaron ante el FC Barcelona, que llegó a Mestalla atemorizado pues el conjunto valenciano, y en especial el delantero argentino Claudio López, se había convertido en su bestia negra. Estas protestas propiciaron discusión y división entre el valencianismo al acusarse mutuamente de sendos intereses particulares tanto en que se vaya Meriton como en defender la gestión y la continuidad de Meriton.