Fue el 25 de mayo de 2019, justo una semana después de que se confirmase la clasificación del equipo para la Champions League. Y la alegría aún no era completa porque faltaba por disputarse la final de la Copa del Rey en el estadio Benito Villamarín. La afición valencianista acudió en masa a la capital andaluza con la ilusión de volver a disputar una final tras once años de ausencia, camisetas futbol y sin haber conseguido ningún título en la presente década.